Cada año son muchos los incendios que arrasan con cientos de hectáreas en todo el mundo, poco a poco nos estamos quedando con paisajes cada vez más desérticos y es que no hay forma de poner fin a un fenómeno que por más que nos intenten concienciar parece que ya no tiene remedio. Nos estamos cargando el planeta. Si a esto le sumamos los incendios que se generan de forma natural más los que son provocados, que lo son la gran mayoría, el deterioro de la tierra se acelera cada vez más.
Hay cosas que no están en nuestra mano, pero la menos hay otras muchas que sí lo están. Cada uno de nosotros, cada vez que salimos a la montaña, podemos, como poco, dejarla tal y como la encontramos ¡limpia!.
- Si ves una bolsa en el suelo o cualquier otro elemento de suciedad, recógela. Quizá no hayas sido tu, pero el paisaje te lo a gradecerá enormemente. Desgraciádamente hay gente muy cerda por el mundo, y les da exáctamente igual tirar una bolsa, lata o lo que sea. Muchos símplemente por no agacharse. No cuesta nada metersela al bolsillo y tirarla en un contenedor. Lo mismo con cualquier otro tipo de desperdicio. Podemos llevar una bolsita para basura dentro de nuestra mochila, no criará gusanos de camino a casa, no te apures.
- No hagas fuego en lugares en los que haya vegetación en las cercanías. Además tienes que usar los lugares habilitados para ello y en muchas comunidades está totálmente prohibido en determinadas fechas, infórmate.
- Si ves un pequeño fuego no dudes, llama inmediatamente al 112. Quizá no haya llamado nadie aún o a lo mejor han avisado ya, pero eso tu no lo sabes y la persona que te atenderá en emergencias no te va a reñir, estarán encantados de tu información.
- Jamás abandones un fuego aunque creas que está bien apagado. Asegúrate, apagalo momentos antes de abandonar el lugar y revisalo cuando llegue el momento de irse. Nunca dudes si está bien apagado o no y previamente a hacer fuego asegúrate que podrás apagarlo con garantías posteriormente.
- Los vidríos en el monte son muy peligrosos, el efecto lupa no es una leyenda urbana, reálmente se suceden incendios provocados por cristales. Si ves un vidrio toma precauciones para no cortarte al recogerlo, pero no lo dejes allí.